Solo un cambio.
Solo un cambio.
"Los arquitectos pensamos a rayas". Esta es una idea que recogí de una clase audiovisual del Profesor Justo Isasi, docente de la cátedra de proyecto arquitectónico de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. -muy interesante por cierto-. En el, desarrolla una visión de la evolución histórica de paradigmas y formas de aproximación al conocimiento y el aprendizaje. Un pensamiento vectorial, matemático, en fin: científico aunque no exento de lo filosófico. O quizás es simplemente una forma de interpretar el mundo.
Mi incapacidad para comprender diversos ámbitos de la existencia me dan indicios de que tal vez adhiera más (al menos por ahora) a la idea de que tal reduccionismo de una complejidad incierta, me deja más preguntas que respuestas. Sobretodo porque se funda sobre un juicio rígido -tal vez toda expresión puntual lo sea- pero el pensamiento intuyo, es algo más completo. Pero es cierto: "los arquitectos pensamos a rayas y los músicos en notas". No es otra cosa que la expresión de una herramienta como el dibujo y su evolución histórica para discernir, separar, establecer límites para la manifestación de una idea , una intención parametrizada y acotada de una realidad abordada. A veces me pregunto si no será que estamos demasiado amoldados, encorsetados y presos de nuestros propios procesos de aprendizajes y consecuentemente de nuestras maneras de materializar nuestros pensamientos - herencia fuerte de la revolución industrial- la producción seriada y repetitiva de una manera de hacer "cosas". "...los escritores piensan a palabras" sostiene Justo Isasi. Así es! Y si no fuese así? Y si pensaran a silencios? Y si los arquitectos pensáramos a emociones?, si pudiésemos escapar de las aristas del papel? Y si la evolución de una idea la pensásemos a partir de sensaciones? Una brisa leve, un sonido estridente, una luz que arroje una interminable sombra sobre una espesa bruma de gotas de agua? Me pregunto si esto no es una idea, sin papel ni rayas, me pregunto qué sucede si solo para engañar a mis perezosas y rutinarias neuronas intento el desandar lo aprehendido. Solo un cambio.